Viajeras

plane


Mi tía es de mundo, ella ha viajado por muchos, mucho países. Yo, al contrario, nunca me he subido a un avión.

Mi tía conoce Madrid, Paris, Londres, Berlín y Roma, bueno, no se si los conoce, uno nunca puede decir que conoce por completo otro país, pero ha estado allá. Yo con suerte he estado en Talca que es lo mas al sur que conozco y una vez que fuimos a La Serena, que es donde termina mi Norte.

Mi tía no se preocupa de nada, solo se deja llevar y listo, es tan fácil para ella. Yo me complico por todo y siempre postergo viajar, que el colegio, que la universidad y ahora, por mi trabajo.

Mi tía es lo máximo, me gusta visitarla cada vez que puedo porque se ha convertido en mi inspiración para viajar. Yo creo que a mis 25 años es tiempo de salir a conocer el mundo.

Mi tía se llama Antonia, tiene 2 años y es el concho de la familia, la hermanita menor de mi madre y, según la abue, salió de puro milagro, ojalá y pudiera hablar para que me contara con detalle sus viajes. Algunos tienen suerte y empiezan antes, otros empezaremos después, quien sabe, pero si o si hay que hacerlo y es lo que hare este verano con estos boletos que ahora tengo en mi mano.

Capricho

landscape


Tenía los paisajes más hermosos a su disposición; imponentes montañas, salvajes ríos y verdes prados, todos ellos adornados por el cielo más azul y el aire más puro que se pudiese desear. A sus pies, una majestuosa cascada regalaba esas pequeñas gotitas de rocío, que siempre le hacían sentir bien. Pero él la quería a ella y nada más, por eso se lanzó.

Con propiedad

Landscape_12


El baño es un poquito pequeño, sí, puede ser; su cama no es la más cómoda, pero convengamos que eso depende del gusto de cada cual y bueno, ciertamente no es la casa más segura de las que ahora hay en el mercado; pero, y esto lo digo con propiedad, al fin es mía, total y completamente mía, lo que me gratifica y llena totalmente de orgullo, ademas de las miles de otras ventajas que podría comentarles pero creo que ustedes ya saben. Ahora, lo único que me queda por hacer, es decidir dónde viviré por este tiempo y buscar el sitio más adecuado para estacionar mi nuevo hogar.

Testigos

crime


Subió tranquilamente a la azotea, donde la ciudad se mostraba maravillosamente hermosa y tristemente distante.

Desde el borde del edificio la brisa le reconfortaba sutilmente el rostro, un rostro demacrado por la angustia y desesperación.

La melancolía invitaba al dedo a abrazar ese frío gatillo, al son de los latidos de su destrozado corazón.

El repentino sonido del teléfono y la inmortal esperanza de una nueva oportunidad, rompieron la calma, provocando ese impensado tropiezo.

Una ciudad indiferente, una llamada perdida y una pistola sin usar fueron los únicos testigos de ese destino que se cumplía sin contratiempos.

Señales

señal


Creo que quince minutos más y me voy. No se cuánto es lo aceptado para esperar a alguien, quién decidirá tales cosas en el mundo?, serán acuerdos tácitos?. Tal vez no llegue, tal vez nunca quiso venir y no supo como decirme que no. Mala señal

Que me espere, que me espere por favor, ojalá y no se haya ido. Siempre me pasa esto, siempre me pasa, necesito apurarme más, será una señal del destino?.

Creo que ahí viene, por lo menos ya no me veré tan ridículo con una flor en la mesa. Habra aun en estos tiempo alguien que espera con una flor en la mesa? Se ve que se arreglo bastante para la ocasión. Buena señal

Me esta esperando con una flor, que lindo es, ojalá y me vea linda para el también, y que no haya notado que me atrase un poco.

Creo que es linda, aunque llega tarde, mala señal

Esta un poco serio, tal vez es así, y si le sonrío?

Una de las cosas que siento fascinación son las sonrisas, ella me sonríe, buena señal

También me sonríe y me gusta su sonrisa, creo que es sincera, de una buena persona y eso para mi es una excelente señal, con eso yo no necesito más.

– Hola

– Hola.

Wasabi

bandera-japon

“m. Condimento Japonés extraído de las raíces de una planta.”


Siempre pedíamos la comida con wasabi, le daba ese toque, ese no sé que, eso que difícilmente se podría definir en una frase o palabra, pero que se queda contigo por siempre.

La comida con wasabi era sagrada, de casi todos los días según recuerdo, uno podría pensar que a la larga te podría aburrir, pero no, no nos aburría en absoluto, a ninguno de nosotros.

En el grupo éramos 6, todos nos topamos acá, viniendo de ciudades más pequeñas, provincianas, tranquilas, muy distintas a lo que una gran ciudad representa. Sin querer fuimos aceptándonos, acomodándonos y queriéndonos, tal y como nos pasó con el wasabi.

Nadie sabía mucho sobre el wasabi, hasta ese día, ese día que apareció el nuevo local de sushi, entonces lo hicimos parte de nosotros, como ingrediente especial, era la excusa para compartir ese momento de relajo, algo que nos unía, como grupo, como pequeña familia.

Nos sentíamos unidos, pero siempre supimos también que teníamos caminos distintos, y así no más sucedió. Unos se fueron a recorrer el mundo, otros se volvieron a sus pueblos de origen, también hubo quienes nos quedamos acá en la ciudad, y el wasabi, el wasabi tuvo que regresar a su país, con mucha tristeza por dejar su local, pero sobre todo a sus montones de amigos que venían, buscando su consejo, sabiduría y sobre todo grata compañía. Lo extrañaremos tanto, creo nos unía a todos con sus enseñanzas, pequeñas reflexiones sobre el valor de las cosas simples, el amor y la amistad, asi como también el gran valor de la familia y el honor.

Ahora, igual nos reunimos los 6, a lo menos una vez al año, en algún lindo restaurante a comer sushi y, aunque a nadie le guste, siempre lo pedimos con wasabi, porque es la excusa perfecta para recordar a nuestro amigo Kwonhimi «wasabi» Kwon y hablar con nostalgia sobre nuestras viejas historias, preguntándonos en que debe estar wasabi, nunca lo sabremos, esta claro, pero de seguro debe estar alegrando a otros por allá, uniéndolos con su sonrisa y sus ojitos pequeños, por allá, muy lejos, al otro lado del mundo.

Serendipia

Untitled-1

“f. Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta”


– Yo sólo soy un eterno caminante de lugares inexistentes, nada más, nada menos. Sin buscar encontré esa imaginación soñadora, en uno de estos miles de caminos que cruzaba, eso eres tu, me entiendes?

Decía él, mientras ella se quedaba en silencio, asintiendo con un imperceptible movimiento de cabeza.

– Fue ahí donde te encontré, solo divagando de las casualidades y causalidades,  y es ahí donde quiero encontrarte de nuevo, encontrarte una y otra vez en esa casualidad ya escrita, en ese sueño en donde  me siento más yo mismo, y donde creo, te sientes tú misma también, entonces sé que volveré por ti y tu volverás por mí, una y otra vez, para sentir más cerca esas sonrisas sinceras, esas que nos abrazan con profunda verdad.

Dijo él. Ambos se quedaron en silencio y solo sonrieron.

– Siento que ya no existe pasado, creo que sólo existe un futuro y también este presente, que sólo es para los dos <3.

Dijo ella, mientras intentaba encender un cigarrillo, como queriendo ahogar en humo esa emoción que la inundaba por completo.

– Yo creo que las personas están construidas por muchas otras personas y ahora yo quiero estar hecho de ti también.

Dijo él finalmente.

Quedaron nuevamente en silencio, tocando y mirando con amarga melancolía sus respectivas pantallas, como queriéndose alcanzar desde la distancia que los separaba.

Inefable

wine-glass

“Adj. Algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras”


– Te traje acá, a este lugar especial, en esta ocasión especial.

– ….gracias

El lugar era alucinante,  increíblemente sorprendente. La alegría inundaba todo el lugar, habían fulancias cantando y al fondo, las timalias reían tan fuerte como alguna ves escuché en las leyendas, simplemente no podía creerlo.

– Cantinero!! tráiganos dos de Cortázar, que empezaremos a festejar!

Gritó mi amigo, a quien miré con duda, solo me respondió con una amplia sonrisa y con un simple ademan me invito a tomar asiento.

La gente alrededor nos miró y sonriendo alzaron sus vasos,  algunos con prosa otros con poesía, algunos incluso levantaron sus botellones de novelas y otros mas elegantes con historias clásicas añejadas, las cuales lentamente disfrutaban en sus copas.

El cantinero se acercó con dos pequeños vasos y una copa que contenía algo parecido al vino, pero seguro que no lo era. Repartió un pequeño vaso a mi amigo y otro para mi, además de la copa, esa copa que traía consigo un aroma maravilloso y fascinante.

– Que es? Pregunte tímidamente al cantinero.

– Unos versos de Benedetti, reserva especial, cortesía de la casa, muchas felicidades por su cumpleaños.

Me hizo un guiño y sonrió, alejándose a atender a los demás comensales. Era temprano para algo tan profundo pensé, pero la verdad no me importó mucho, era mi cumpleaños y esta sería la mejor celebración.

Aurora

aurora

“f.Luz tenue en tonos rosados que aparece justo antes de la salida del sol”


En ese tiempo lo había perdido todo, mi casa, mi trabajo, a mis amigos, incluso mi familia, estaba solo, total y absolutamente solo.

Mirando de esa esa roca, ese día sábado, supongo que eran pasadas las 5 de la mañana, no estoy tan seguro, pero si recuerdo que podia sentir esa brisa que me abrazaba, esa brisa húmeda, fragante y silenciosa. Así como también recuerdo esas olas, esas que reventaban con fuerza y pasión, y que me invitaban de forma casi hipnótica, a unirme a esa danza, una danza hermosa y siniestra.

Había sido una noche despejada, cálida y muy solitaria, pensando una y otra vez, en que si era o no, mi única salida.

No sentía sueño, hambre o frío, solo ese cosquilleo, esa pequeña sensación que me hacia dudar de dar ese ultimo paso, ciertamente dudé.

No había futuro, no había esperanza. No había luz, pero dudé.

Entonces apareció frente a mis ojos, dando el inicio a ese amanecer, deteniendo mi respiración, iluminando todo con ese especial y único rosado, con esa luz maravillosa que creó la esperanza y mi futuro consigo, el escenario perfecto, en el momento preciso.

Recuerdo que tiernamente me miró, ofreciéndome un cigarrillo con una sonrisa brillante y sus rosadas mejillas y tomando mi mano dijo:
– Me llamo Aurora, vámonos de acá que esto parece peligroso.